Aquí estás...tango. Una lágrima, una nostalgia, el Bajo, un farol, una mina, y vos...el bandoneón desarrugándose en la esquina lustrando las polainas en los lienzos de la vida. Sos un tango que en el alma hace nido un corazón donde talla casi siempre... el olvido de un amor. Adoquín de Balvanera, Montserrat, La Paternal, Palermo, Boedo, Almagro, y apenitas, en la pena de mi voz. Has bordado en el suburbio madreselvas medianeras perfumando las mañanas. Oliste a sangre y muerte de milongas orilleras. Perforando las entrañas entreverao en las sombras, mirá vos...! se extrañan? si hasta Borges te nombra!
Allí estás... donde Buenos Aires elonga la avenida más larga y la más honda nostalgia, asomado a la vorágine sorda de un cristal que refleja la luna. Una taza de café clama la boca donde desliza la espuma azucarada de un beso en espera. Allí... el tango apareado en el arrugue de un fuelle que resopla. Y es Troilo y es Piazzolla, y una baldosa que de tan floja salpicó de bruma el amor. Allí estás tango... esperándome en la esquina donde las rosas son espinas y en cada jardín un malvón. Allí estás vos, en la ochava de Palermo, deshojando glicinas para tomar mi mano y desabrocharme el corazón
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Aquí estás...tango.
Una lágrima, una nostalgia,
el Bajo, un farol, una mina,
y vos...el bandoneón
desarrugándose en la esquina
lustrando las polainas
en los lienzos de la vida.
Sos un tango que en el alma
hace nido un corazón
donde talla casi siempre...
el olvido de un amor.
Adoquín de Balvanera,
Montserrat, La Paternal,
Palermo, Boedo, Almagro,
y apenitas, en la pena de mi voz.
Has bordado en el suburbio
madreselvas medianeras
perfumando las mañanas.
Oliste a sangre y muerte
de milongas orilleras.
Perforando las entrañas
entreverao en las sombras,
mirá vos...! se extrañan?
si hasta Borges te nombra!
Allí estás...
donde Buenos Aires elonga
la avenida más larga
y la más honda nostalgia,
asomado a la vorágine sorda
de un cristal que refleja la luna.
Una taza de café clama
la boca donde desliza la espuma
azucarada de un beso en espera.
Allí...
el tango apareado en el arrugue
de un fuelle que resopla.
Y es Troilo y es Piazzolla,
y una baldosa que de tan floja
salpicó de bruma el amor.
Allí estás tango...
esperándome en la esquina
donde las rosas son espinas
y en cada jardín un malvón.
Allí estás vos, en la ochava
de Palermo, deshojando glicinas
para tomar mi mano
y desabrocharme el corazón
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